Economía ecuatoriana: ¿Estamos en crisis?

Ec. Alberto Acosta Burneo

Abstract:

Just enough to observe the contraction of GDP already achieved 3 consecutive quarters and destruction of suitable jobs that year to June it rose by 87,000 while unemployment rose by 72,000 people or 26% extra. Should not waste time or effort to deny that there is a crisis or trying to hide the obvious problems being experienced by Ecuador.

El gobierno no escatima esfuerzos por demostrar que la economía ecuatoriana no ha entrado en crisis. El más reciente intento provino del gerente del Banco Central, Diego Martínez, quien presentó una justificación “técnica” para determinar que para entrar en crisis se deben cumplir simultáneamente cuatro criterios.

El primero, que el PIB registre más de dos trimestres de contracción interanual. La economía ecuatoriana refleja tres trimestres consecutivos de contracción interanual, siendo el más reciente de -3% al primer trimestre de 2016. Este resultado sí valida el primer criterio. Veamos qué pasa con los restantes tres.

El segundo criterio es que los depósitos y el crédito del sistema financiero tengan reducciones mayores al 20% anual. En el caso ecuatoriano, la mayor reducción interanual en los depósitos a la vista se produjo en diciembre de 2015 en -23,2% y en el crédito en abril de 2016 en -7,6%. Pero a partir de entonces, el ritmo de contracción en ambos indicadores se ha reducido. No se podría asegurar que se cumpla el segundo criterio al ya no existir reducciones mayores al 20%.

El tercer criterio es la existencia de tasas anuales de inflación mayores al 30% o registrar una deflación. Luego de adoptar la dolarización hace más de 15 años, se redujo el ritmo de crecimiento de los precios y quedaron en la historia niveles inflacionarios mayores al 30%. Por otro lado, tampoco se ha observado una deflación aunque los precios crecen cada vez menos como resultado de la debilidad en la demanda.

A julio de 2016, el índice de inflación anual cayó a 1,58%. En conclusión, este criterio tampoco se cumpliría.

El cuarto criterio corresponde al mercado laboral, la pregunta es si los crecimientos anuales en el desempleo son mayores a 2 puntos porcentuales. Esta situación se produjo solamente en el indicador a marzo de 2016 cuando el desempleo urbano aumentó en 2,51 puntos porcentuales a 7,35%. Para junio, el desempleo continuó incrementándose en relación al mismo periodo del año anterior pero a un ritmo más moderado en 1,1 puntos porcentuales adicionales a 6,68%. Este reciente incremento tampoco supera la cota mínima fijada por el titular del Banco Central.

En conclusión, según la “metodología” del Banco Central se puede colegir que la economía ecuatoriana no está en crisis ya que solo cumple uno de los 4 criterios plateados por el gobierno. Veamos qué sucede si aprovechamos esta herramienta metodológica y la aplicamos a otras latitudes que también viven dificultades económicas. En el caso de la economía griega resulta que desde 2008 a 2015 en ningún año se cumplieron los cuatro criterios de manera simultánea. Lo mismo sucede con España. ¡Si este aporte metodológico del Banco Central ecuatoriano hubiese estado disponible antes, tanto griegos como españoles hubieran sabido con exactitud científica que nunca estuvieron en crisis!

Pero a nivel internacional, el único consenso que existe en relación a lo que se conoce como una crisis económica es: si se producen importantes cambios negativos en las principales variables económicas, especialmente en el PIB y el empleo. No existen criterios adicionales ni cotas mínimas ni máximas que evaluar. Si basamos nuestro análisis en el consenso internacional, podemos concluir sin temor a error que Ecuador sí atraviesa por una crisis económica.

Solo basta observar la contracción del PIB que ya alcanza 3 trimestres consecutivos y la destrucción de empleos adecuados que interanual a junio subió en 87 mil al tiempo que el desempleo aumentó en 72 mil personas 0,26% adicional. No conviene desperdiciar tiempo ni esfuerzos en negar que hay una crisis o en tratar de ocultar los problemas evidentes por los que atraviesa el Ecuador. Más provechoso es tener claridad sobre la situación que franqueamos para adoptar las medidas correctivas adecuadas. ¡Dediquemos todo nuestro esfuerzo a encontrar soluciones a un problema bien diagnosticado!

Fuente: Revista BanaNotas No. 119 / A.E.B.E.